Un ruido ensordecedor
Así en la tierra como en el cielo,
así en el universo como en el corazón humano.
Chantal Maillard.
La quietud ha sido una vía de conocimiento y equilibrio a lo largo de la historia y es acogida por diferentes tradiciones del mundo. Alcanzar este estado a través del silencio y la atención plena nos ha permitido traspasar el mundo de las formas, y acercarnos al mundo de lo no visible.
¿De qué forma percibimos la realidad?
Nuestro mundo es un lugar convulso, en movimiento, con una sociedad que nunca se detiene. La idea de progreso que tiene el ser humano de nuestros días se aleja de la necesidad de contemplar las cosas sencillas del pasar de la vida, de estar en quietud, sin pensar, sin tener que hacer, sin tener que ser alguien.
“Ganarse la vida”, “Ser alguien de provecho”¿Y si ya lo fuéramos todo?
Desde un espacio de quietud podemos invertir la mirada para comprender la realidad desde otra perspectiva, detener la agitación mental para recuperar el equilibrio, vaciarse de lo que uno cree ser para comprender que forma parte de algo mayor.
Este proyecto se construye a partir de imágenes encontradas y propias, configurando un escenario visual que se mueve entre la tensión terrenal y el sosiego espiritual. La intención es plantear de qué manera podemos abrir una brecha en el pensamiento lógico racional y cómo esto puede afectar a la experiencia de concebir el mundo.